“INE VILIPENDIADO”

No solo queda en bravuconadas y desprestigio en contra del Instituto Nacional Electoral (INE), se ha ido más allá, al utilizar la figura insana de libertad de expresión, mal utilizada por el actual titular del Ejecutivo Federal para hacer gala de su publicidad y acopio de seguidores para que expresen su clamor para que siga gobernando y manteniendo a todos aquellos que no saben lo que es trabajar.

Así de cruda es la realidad, pero lo que hemos visto rebasa cualquier utopía, cuando el mismo sujeto en cuestión pretende que se realice la consulta para saber si el pueblo quiere que siga en el ejercicio de sus funciones, puesto para el que fue designado por periodo de seis años, suena como algo irreal, pero en el fondo la intención está llena de vanidad, pretensión y ansia de poder para beneficio propio, a costa del estancamiento social nacional.

Todos hemos sido testigos de los recientes actos del Congreso de la Unión, al disminuir las partidas presupuestarias para dicho instituto y no obstante, le obligan a realizar la absurda e improductiva consulta, que no arrojará ningún resultado que sea considerado como un ejercicio democrático, puesto que, solo está siendo utilizando para que solamente voten los que quieren ver una ratificación en lugar de una revocación, para dar más popularidad a quien la promueve con vehemencia y para beneficio personal.

La democracia no se mide ni se establece a través de arengas y acusaciones tendientes a desprestigiar a las Instituciones, imputando a sus integrantes de -traidores y vendidos-, por decir lo menos, en contra de los Consejeros, que no se han sometido a la voluntad y mandato de aquellos que buscan perpetuarse en el poder con una demagogia disfrazada de redención.

Los mandamientos Constitucionales son muy claros y dignos de un sistema de gobierno avanzado y reconociendo las estructuras democráticas, sin embargo, nos encontramos con que a la hora de aplicar esas normas solo se toma lo que sirve a intenciones e intereses personales o de sectores privilegiados, haciendo más visible el abuso de poder que en otros gobiernos que nos han causado perjuicio como nación, pero con la diferencia de que ahora estamos viendo mayor descaro y despreocupación frente a la crítica.

El colmo de la desfachatez lo tenemos con la intentona de denunciar penalmente a los consejeros que han manifestado su inconformidad ante la obligación que se pretende imponerles para realizar el -mega circo- de la llamada consulta de revocación de mandato, en atención a las voces que afirman, que tiene recursos económicos para ello, sin reparar en que, el país está pasando por una crisis económica y en medio de una pandemia mundial, que pone en riesgo a la población sin recursos médicos ni medicinas suficientes y así se pretende gastar tanto dinero, aunque lo hubiera, con la amenaza de ponerlos en prisión y ser procesados por el delito de -Coalición de Servidores Públicos-, entre otros supuestos ilícitos, que solo existen en la mente de aquellos que cegados por la sumisión y servilismo hacia un Presidente sin rumbo, eso es inaudito y alejado a los “Principios Democráticos de una República”.

La misma Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, establece el respeto a la libertad de pensamiento y manifestación de ideas, lo que solo se aplica a todos los integrantes de determinadas corrientes partidistas y funcionarios públicos, no así a los que expresan su oposición a las políticas impuestas por el actual gobierno que aplica la ley a su manera y modo, ahora resulta, que todo aquel que no piense como lo mandan las líneas de la llamada cuarta transformación, están cometiendo delitos y deben ser procesados, -nada más claro que una dictadura-.

En diversos medios vemos día a día, las opiniones de los que saben, que existen muchas e innumerables coincidencias con la política de los Países Latinoamericanos que padecen regímenes dictatoriales, como cuba y Venezuela, sin embargo, la realidad nos demuestra que en el caso de México, se están especializando y superando aquellas, sin saber qué rumbo podrá tomar nuestro País, si no se defiende el principio de respeto a la soberanía y al ejercicio de la democracia.

El hecho de que se pretenda enlodar a una institución pública que se supone, es autónoma como el INE, para defender los procesos electorales de manera imparcial y se pretenda desaparecerlo y más aún, violentando los derechos fundaméntales y humanos de sus integrantes, los Consejeros que no han sido designados de manera libre por el Presidente, al grado de pretender someterlos a juicio político y penal, representa una regresión al autoritarismo y ausencia del estado de derecho, lo que nos lleva a muchos a la cólera, pasando por la impotencia y desilusión, razón por la cual debemos ser firmes y en nuestra propia trinchera tratar de poner un grano de arena, que a la postre nos lleve a revivir lo que creíamos empezar a disfrutar con libertad.

La democracia no es un juguete, es una joya de alto costo y valor que muchos anhelan, sin embargo nosotros la estamos desperdiciando.

“Y por cierto, -si estoy muy enojado-”

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