Pandemia, inflación, narcotráfico, delincuencia, inseguridad, inflación, política desatinada, las plagas para el mundo actual que nos aquejan a diario y por si fuera poco ¡GUERRA!
Si agregamos, la indolencia e ineptitud de los gobiernos no aspiracionistas, que han llevado al límite de la incertidumbre de supervivencia y olvidándonos del progreso, porque eso no está en la mente de aquellos que sólo piensan en el poder personal, cuya aspiración inmediata es, ser omnipotentes.
Pero tenemos un mundo que afortunadamente ha alcanzado la globalización y en época actual se cuenta con innumerables medios de comunicación, como es el caso de la existencia del internet, que vino a implementar una nueva era en la comunicación, dando el plus del conocimiento y reconocimiento de aquellos que otrora fueron ignorados y desconocidos.
Dentro del campo de las doctrinas y teorías que día a día surgen en cada sector del conocimiento humano, podemos contar con la disciplina del derecho, que sirve tanto para promulgar leyes, como para resolver conflictos y porque no, para explicar la naturaleza del hombre en el camino de sus metas y aspiraciones cómo ser social.
Cuando los Congresos Legislativos de cada entidad o nación ponen a discusión sus propuestas de ley, están plasmando las necesidades de la población y todo aquello que debe regularse para evitar las barbaries y la dominación, todo ello para poder aplicar las normas que de ahí emanan y las distintas Autoridades Administrativas y Judiciales tengan los elementos para dirimir controversias o para investigar hechos que pueden ser considerados como delitos.
Pero la realidad es rebasada por el actuar humano, que en su afán de conseguir satisfactores propios, a costa del sufrimiento de los demás, ya sea en su persona o en sus patrimonios, dejando una estela de injusticias.
Las leyes, que por naturaleza contienen hipótesis de buena fe y sentido humanista, son violadas constantemente a todos los niveles y en muchas ocasiones más allá de la posibilidad de ser aplicadas y producir una sanción ejemplar para aquellos que las transgreden.
Casos similares, podemos verlos a diario en todos los ámbitos sociales y humanos, como las estrategias y políticas administrativas de sanidad para el ataque a la pandemia, caso más emblemático, cuando se acusa a ciertos funcionarios de negligencia y mala toma de decisiones, al implementar erróneamente su medidas y provocar con ello mayores resultados negativos.
Otra causa de sufrimiento, en grandes sectores de la población, es la inseguridad creciente, causada por los conflictos entre bandas de delincuencia organizada, dedicadas al narcotráfico y lucha de territorios, incontenible por los gobiernos al verse rebasados y en ocasiones por colusión entre ellos o filtrados por la corrupción.
Pero el peor -Jinete Apocalíptico-, es el viento de guerra, que tenemos presente en estos días, con el conflicto bélico iniciado por el Presidente de Rusia, Vladimir Putin, quien ha decidido invadir un territorio vecino, Ucrania, por razones supuestamente de ubicación estratégica cercana a sus fronteras, pretendiendo seguramente la indexación de esa nación al nuevamente naciente Imperio Ruso.
Digo Imperio, porque la idea aparente es iniciar una era de expansionismo y poderío, ansiado por un personaje lleno de avaricia y resentimientos, pero lo importante y peligroso de esta nueva conflagración internacional, nos lleva al riesgo de enfrentar una escalada de ataques que pueden ser el inicio de una -Tercera Guerra Mundial-, que puede ser provocada por cualquier personaje que no se encuentre en sus cinco minutos de cordura y oprima un botón.
Caso en el que, el mundo cambiaría en todos sus aspectos y por no respetar el derecho ni las normas internacionales, contenidas en múltiples acuerdos y tratados, avalados por Organismos Internacionales como la ONU, la OTAN y muchos mas de relevancia regional, ignorando el alcance de los derechos y obligaciones de cada parte, ocasionando conflictos que las Cortes Internacionales, debieran tomar en conocimiento, pero no sin antes sufrir los estragos de muerte, destrucción, desabasto y carestía.
El campo del derecho a nivel mundial ha tenido transformaciones radicales a lo largo de la historia, desde que el hombre apareció en la fas de la tierra y pasando por los grandes juristas de época como el caso del Imperio Romano, mayor precursor de las normas de derecho que actualmente siguen teniendo vigencia, sin embargo considero que ha faltado un elemento vital para que los pueblos se hermanen y ese es el HUMANISMO Y SENTIMIENTO DE RESPETO A LA VIDA, sin ello, las violaciones a los derechos humanos y quebrantamiento de leyes seguirá sucediendo, solo quedando la esperanza de que,- algún día se podrá juzgar a sus protagonistas, pero será muy tarde, el mal se habrá consumado-.
Maestro Martín Miranda Brito
twitter: @miranda_abogado
email: mirandabrito@hotmail.com
Excelente artículo, muy acordé con la realidad, saludos
Gracias Amigo Alberto por tu comentario, estamos en una realidad ineludible.
Un título muy ad hoc a los tiempos que corren, en las guerras lo que subyace es el Poder, la dominación, la hegemonía, el imponerse por las buenas o por las malas. Ayer las conquistas territoriales, hoy los mercados, y la paradoja, vuelta a las expresiones de anexión territorial. Atrás de esos “Vientos de Guerra”, subyace una larga data entre Rusia y Ucrania que está instalado en varios siglos. Conocemos la historia reciente de 2014, 2008, 1999, 1990, pero en una mirada retrospectiva vemos la extraordinaria complejidad de estas relaciones como se van articulando en el tiempo, y en el cruce entre el régimen zarista, la Revolución de octubre, la instauración de la EX-URSSS, su caída, y el establecimiento de la Federación Rusa.
Un artículo muy oportuno por su forma de plantear esta problemática.
Mi querido Amigo, tus comentarios muy acertados y llenos de numerología histórica, que reflejan el vasto conocimiento de la humanidad, aprecio enormemente tu distinción, un abrazo.